De orígenes sumamente humildes, su historia resulta hoy el epítome de la
superación por medio del trabajo infatigable y la entrega total, lo que
una vez fuera el sueño de un joven especialista de Hong Kong, es hoy
una aplastante realidad. JACKIE CHAN no sólo ha logrado convertirse en
el principal icono del cine marcial a nivel mundial, sino que se ha
mantenido en lo más alto por más de tres décadas. Su nombre es sinónimo
de una mezcla única entre cine marcial, comedia física y escenas de alto
riesgo sin paralelo alguno. Su popularidad se ha extendido por todo el
mundo y en este artículo intentaremos dar un repaso de la trayectoria de
este actor, director, productor, coordinador de especialistas, cantante
ocasional, diseñador de moda, filántropo y muchas cosas más, esperando
poder dar a conocer su gran obra, que aún no termina.
Jackie Chan nació en Hong Kong el 7 de abril de 1954, como único hijo de
Charles Chan (1914-2008) y Lee-Lee Chan (1916-2002), una pareja de
inmigrantes de China continental. Se dice que el joven Chan estuvo a
punto de ser vendido al momento de su nacimiento y, aunque esto no llegó
a suceder, años más tarde sería ingresado en una escuela de Ópera de
Pekín bajo un contrato de diez años de permanencia como única opción
para salir adelante.
DE LA OPERA DE PEKIN AL CINE MARCIAL
La Opera de Pekín es un
género artístico popular estrechamente ligado a las tradiciones chinas
en todos sus aspectos. Oficialmente, tal y como la conocemos hoy, inició
su puesta en escena en 1790 cuando comenzaron las representaciones
oficiales para la familia imperial, fundiendo diferentes estilos de
teatro, mimo, música, acrobacia y Artes Marciales. La escuela de Opera
de Pekín que recibió a Chan como discípulo con tan sólo siete años fue
el Instituto de Investigación de Arte Dramático Chino, dirigido por Yu
Zhanyuan, un renombrado maestro e intérprete de Opera de Pekín que sería
el responsable de formar a toda una generación de superestrellas del
cine de Artes Marciales, como Sammo Hung, Jackie Chan, Yuen Biao, Corey
Yuen y Yuen Hwa, entre muchos otros.
En la Opera de Pekín cada movimiento de los dedos, manos, brazos, piernas y cada expresión facial está predeterminada según el personaje que se representa. Cada paso, golpe, salto, acrobacia y el manejo de cada una de las llamadas Dieciocho Armas (sable, espada, palo, lanza, palo de tres secciones, dardo con cuerda, etcétera) debe ser perfeccionado tras un riguroso entrenamiento que incluye prácticas de canto, técnicas de mímica, de actuación y el aprendizaje del llamado Bei Pai (estilo norteño de acrobacias y técnicas marciales) a lo largo de muchos años. Chan era capaz de representar una gran variedad de personajes, incluso algunos roles femeninos, pero su especialidad eran los wuchou o “cómico guerrero” debido a su habilidad gimnástica y su dominio de las armas de combate.
Chan, al igual que muchos de sus compañeros, apareció como actor infantil en algunas producciones cantonesas durante su permanencia en la escuela de ópera, su debut fue en una película conocida como Seven Little Valiant Fighters: Big and Little Wong Tin Bar (1962). El ir a rodar significaba no tener que entrenar bajo el maestro Yu y eso al joven Chan le fascinaba, porque un día normal en la escuela era sinónimo de castigo corporal, privación de alimentos y demás formas de tortura. Más adelante, tras abandonar la escuela de opera, su formación tanto a nivel acrobático-marcial como interpretativa, le permitiría a aquel grupo de artistas ingresar directamente en la industria del cine de arte marciale de Hong Kong, ofreciendo sus servicios como extras, especialistas y coordinadores de Artes Marciales. Chan se dedicó de lleno a jugarse la vida en las escenas de combate, participando en un gran número de producciones de los años ‘70, incluyendo las famosas Fist of Fury (1972) y Enter the Dragon (1973) junto al legendario Bruce Lee.
En la Opera de Pekín cada movimiento de los dedos, manos, brazos, piernas y cada expresión facial está predeterminada según el personaje que se representa. Cada paso, golpe, salto, acrobacia y el manejo de cada una de las llamadas Dieciocho Armas (sable, espada, palo, lanza, palo de tres secciones, dardo con cuerda, etcétera) debe ser perfeccionado tras un riguroso entrenamiento que incluye prácticas de canto, técnicas de mímica, de actuación y el aprendizaje del llamado Bei Pai (estilo norteño de acrobacias y técnicas marciales) a lo largo de muchos años. Chan era capaz de representar una gran variedad de personajes, incluso algunos roles femeninos, pero su especialidad eran los wuchou o “cómico guerrero” debido a su habilidad gimnástica y su dominio de las armas de combate.
Chan, al igual que muchos de sus compañeros, apareció como actor infantil en algunas producciones cantonesas durante su permanencia en la escuela de ópera, su debut fue en una película conocida como Seven Little Valiant Fighters: Big and Little Wong Tin Bar (1962). El ir a rodar significaba no tener que entrenar bajo el maestro Yu y eso al joven Chan le fascinaba, porque un día normal en la escuela era sinónimo de castigo corporal, privación de alimentos y demás formas de tortura. Más adelante, tras abandonar la escuela de opera, su formación tanto a nivel acrobático-marcial como interpretativa, le permitiría a aquel grupo de artistas ingresar directamente en la industria del cine de arte marciale de Hong Kong, ofreciendo sus servicios como extras, especialistas y coordinadores de Artes Marciales. Chan se dedicó de lleno a jugarse la vida en las escenas de combate, participando en un gran número de producciones de los años ‘70, incluyendo las famosas Fist of Fury (1972) y Enter the Dragon (1973) junto al legendario Bruce Lee.
ESCAPANDO DE LA SOMBRA DEL PEQUEÑO DRAGON
En 1973 la muerte de
Bruce Lee conmocionó a Hong Kong y al mundo entero. No hubo que esperar
mucho para que las productoras de Hong Kong inundasen las pantallas de
personajes clónicos del Pequeño Dragón; Bruce Le, Bruce Li, Bruce Liang y
muchos más, trataban de imitar todos sus movimientos y estilos
característicos en producciones de bajísima calidad. El mismo Chan no
escaparía a este fenómeno, en 1976, tras una corta temporada en
Australia con sus padres, regresó a Hong Kong para participar en el que
sería su primer trabajo como actor principal, New Fist of Fury (1976).
Esta vez bajo el nombre chino de Cheng Long y con la ayuda de su actual
representante, Willie Chan, fue contratado en un corto tiempo en más de
ocho producciones, llamando la atención de todos los productores. Quizás
su nuevo nombre, que se traduce como “convertirse en dragón”, serviría
de premonición, porque eso era exactamente lo que aquel joven iba a
lograr.
Durante esos años, Chan estuvo pensando la manera de encontrar su camino al estrellato, admiraba a Bruce Lee pero no quería convertirse en una sombra suya por el resto de sus días. Para diferenciarse de Lee en todo lo posible, del héroe invencible pasó a ser una desafortunada víctima de las circunstancias, y de las técnicas y fulminantes golpes directos pasó a utilizar toda clase de estilos de Wushu tradicional (reales o inventados) para tratar de entretener a la audiencia con algo distinto. De las tramas serias pasó a popularizar la comedia dentro del cine Artes Marciales, la fórmula tuvo éxito, sólo dos años más tarde Chan era el actor mejor pago de Hong Kong. Películas como Snake in the Eagle’s Shadow (1978) y Drunken Master (1978) rompieron todos los récords de taquilla en Asia y recorrieron el mundo entero.
Durante esos años, Chan estuvo pensando la manera de encontrar su camino al estrellato, admiraba a Bruce Lee pero no quería convertirse en una sombra suya por el resto de sus días. Para diferenciarse de Lee en todo lo posible, del héroe invencible pasó a ser una desafortunada víctima de las circunstancias, y de las técnicas y fulminantes golpes directos pasó a utilizar toda clase de estilos de Wushu tradicional (reales o inventados) para tratar de entretener a la audiencia con algo distinto. De las tramas serias pasó a popularizar la comedia dentro del cine Artes Marciales, la fórmula tuvo éxito, sólo dos años más tarde Chan era el actor mejor pago de Hong Kong. Películas como Snake in the Eagle’s Shadow (1978) y Drunken Master (1978) rompieron todos los récords de taquilla en Asia y recorrieron el mundo entero.
Más adelante Chan obtuvo plena confianza de sus productores ejecutivos,
lo que le permitió debutar como director en The Young Master (1980) y
comenzar a desarrollar su propio estilo de cine. No obstante, Chan
intentaba entrar al mercado norteamericano también con The Big Brawl
(1980) y The Cannonball Run (1981). Ambos proyectos mal llevados dotando
a Chan de casi ninguna oportunidad de expresarse. De vuelta en Hong
Kong, Chan continuaría dirigiendo películas como Dragon Lord (1982) y
Project A (1983) cargadas del característico humor pero al mismo tiempo
con escenas de acción y peligro sumamente arriesgadas, implicando
ineludiblemente accidentes como el ocurrido durante el rodaje de Project
A (1983). La escena requería que Chan se colgase de las agujas de un
reloj colocado a quince metros de altura en lo alto de una torre, sus
manos cederían y finalmente caería en picado cuatro pisos, atravesando
dos toldos de tela y terminando en el suelo. Chan, después de hacer
contacto con el primer toldo, fue despedido por el aire sin control,
golpeando el segundo toldo y cayendo estrepitosamente al suelo de
cabeza, lesionándose el cuello y la clavícula.
HOMBRE EMINENTE Y FILÁNTROPO CONSUMADO
Aparte
de todos sus logros estrictamente relacionados con el cine, Chan se ha
consolidado como un auténtico dragón dentro de la sociedad actual en
función de sus labores sociales, recibiendo numerosos honores y
reconocimientos. Admirado internacionalmente por sus escenas arriesgadas
y sus películas, pocos conocen que Chan ha dedicado gran parte de su
carrera al trabajo humanitario. En 1988, estableció su propia Fundación
de Caridad, y desde entonces, ha trabajado incansablemente en docenas de
obras de caridad de todo tipo. Desde el 2004, Chan fue nombrado
Embajador de Buena Voluntad de UNICEF, dedicando mucho de su tiempo y
energía en la lucha contra la propagación del SIDA, la violencia, el
hambre y otras cuestiones que afectan a los niños en todo el mundo. A su
vez, en 2005 formó una segunda fundación llamada Corazón de Dragón, que
construye escuelas en áreas remotas de China entre otros muchos
esfuerzos, como ayudar a las víctimas de terremotos, inundaciones y
tsunamis, siendo anfitrión de conciertos de caridad y carreras
automovilísticas por muchos años. No en vano, Chan ha sido incluido
entre las diez personas famosas más generosas de la revista
norteamericana Forbes en mayo de 2006. ¡Gracias Jackie!
LUCHANDO POR ESTABLECER SU PROPIO ESTILO
En 1984, Chan volvería a
rodar dos películas para el mercado de Hollywood, The Cannonball Run II
(1984) y The Protector (1985). Las cuales, una vez más, pasarían sin
pena ni gloria por los cines de ambos lados del Pacífico. Se dice que el
fracaso de ésta última le motivó a regresar a su natal Hong Kong
dispuesto a demostrar como debía hacerse una historia policial, rodando
así una de sus obras maestras Police Story (1985). Esta película
marcaría una etapa en el desarrollo de su estilo personal, el cual se
mantendría constante por poco más de 10 años. Las historias tomarían
lugar en épocas más modernas, muchas de ellas siendo rodadas en
localizaciones alrededor del mundo como Japón, España, Yugoslavia o
Australia, entre muchos otras. Las coreografías junto al estilo de
filmación y montaje de las escenas de acción también cambiaría,
combinando todo tipo de técnicas callejeras y clásicas, un ritmo
demoledor y un alto grado de realismo, implicando así contacto físico y
gran habilidad, dejando boquiabiertos a sus seguidores con escenas de
peligro extremo inverosímiles y sumamente arriesgadas. Todo ello sin
dejar de lado los toques de comedia física y de humor, muestra de su
gran devoción por las grandes leyendas de la comedia como Charlie
Chaplin, Buster Keaton o Harold Lloyd.
No obstante, el alto grado realismo traería consigo muchos accidentes. No es de extrañarse que ninguna compañía de seguros del mundo le quiera como cliente, ya que Chan realiza sus propias escenas de acción. Entre los accidentes más graves durante su carrera destaca el ocurrido al rodar The Armour of God (1986). Chan debía saltar desde un muro a doce metros de altura para cogerse de las ramas de un árbol y saltar a otro muro situado en el lado opuesto. La primera toma se realizó sin problemas, pero Chan no estaba completamente conforme y volvió a intentar el salto. Fue entonces cuando las ramas del árbol no soportaron y Chan estrelló su cabeza contra un suelo lleno de rocas, la sangre desbordaba su oído derecho y un fragmento de cráneo fracturado se alojó en su cerebro para siempre. Aunque la operación fue realizada ocho horas más tarde, Chan nunca perdió el conocimiento ni requirió de una transfusión sanguínea. Una experiencia escalofriante sin duda.
No obstante, el alto grado realismo traería consigo muchos accidentes. No es de extrañarse que ninguna compañía de seguros del mundo le quiera como cliente, ya que Chan realiza sus propias escenas de acción. Entre los accidentes más graves durante su carrera destaca el ocurrido al rodar The Armour of God (1986). Chan debía saltar desde un muro a doce metros de altura para cogerse de las ramas de un árbol y saltar a otro muro situado en el lado opuesto. La primera toma se realizó sin problemas, pero Chan no estaba completamente conforme y volvió a intentar el salto. Fue entonces cuando las ramas del árbol no soportaron y Chan estrelló su cabeza contra un suelo lleno de rocas, la sangre desbordaba su oído derecho y un fragmento de cráneo fracturado se alojó en su cerebro para siempre. Aunque la operación fue realizada ocho horas más tarde, Chan nunca perdió el conocimiento ni requirió de una transfusión sanguínea. Una experiencia escalofriante sin duda.
Pasaron los años y Chan realizó muchos proyectos cinematográficos de gran éxito, entre ellos tenemos varias secuelas de sus películas anteriores como Project A II (1987) y Police Story II (1988), así como ideas completamente nuevas como Miracles (1989), una película muy cuidada que cumple a todos los niveles: guión, dirección, actuación, fotografía, comedia y acción. Más adelante, más secuelas de sus filmes anteriores verían la luz como Armour of God II (1990), Police Story III (1992) y Drunken Master II (1994). Esta última, un tanto especial ya que marcó un regreso al cine de artes marciales más clásico, narrando historias sobre un joven y travieso Wong Fei-Hong. En esta ocasión, Chan reunió a exponentes del cine de artes marciales del pasado, presente y futuro en un intento por revivir este género cinematográfico. Cada una de las peleas y escenas de acción, en varios casos rodadas durante meses, fue estudiada paso a paso y nos enseñan verdaderas aplicaciones del Boxeo del Borracho. El reparto incluye a personas como: Lau Kar-Leung, reconocido actor, director y renombrado maestro del estilo Hung Gar; Ti Lung, otro de los grandes del género, experto de Wing Chun; Kenneth Lo, su propio guardaespaldas y antiguo campeón de boxeo tailandés de Hong Kong; Michael Ho Sung-Pak, experto de Wushu norteamericano; y muchos más. El resultado fue sin duda una de las mejores películas de artes marciales de todos los tiempos.
Desafortunadamente, y a pesar de haber estado al borde de la muerte en 1986, los accidentes continuarían estando presentes tanto para Chan como para su equipo de especialistas, durante sus películas. Durante el rodaje de Rumble in the Bronx (1995) Chan tenía que saltar desde el borde de una columna hasta un hovercraft en movimiento. Al realizar el salto perdió ligeramente el equilibrio dejando caer su cuerpo de forma natural hacia un lado, pero su pie derecho permaneció adherido a la superficie antideslizante del hovercraft, lo que dañó gravemente su tobillo. Lo que al principio parecía un esguince resultó ser un fractura, obligándole a concluir la producción en una silla de ruedas a motor. Durante el rodaje de A Nice Guy (1996), Chan era perseguido en un edificio de nueva construcción y después de un intercambio de golpes tenía que realizar un salto mortal hacia atrás desde una tolva, pero la distancia era corta y no pudo completar el giro, golpeando el suelo con el cuello y la cabeza. Chan se levantó riéndose como si nada hubiese ocurrido, pero al mover su cuello se percató del gran daño que se había hecho e inmediatamente fue llevado al hospital. El golpe le causó una dislocación de cervicales y rotura de ligamentos del cuello. Y así, muchos incidentes más.
“NO FEAR. NO STUNTMAN. NO EQUAL.”
Chan ha manifestado públicamente que sabe que el público va al cine a verlo a él y no a los dobles, por eso realiza la gran mayoría de sus escenas de peligro y lo demuestra con tomas múltiples y acercamientos en los que se puede apreciar claramente que ha sido él quien ha realizado la escena. Esto no implica que nunca utilice dobles en escenas menos importantes o simplemente cuando haga falta. En realidad, “No Fear. No Stuntman. No Equal” (Sin Miedo. Sin dobles. Sin Igual.) fue simplemente un eslogan publicitario, quizás desafortunado, utilizado durante la promoción de Rumble In The Bronx (1995) en los Estados Unidos, película en la cual Chan fue doblado en las escenas de ski acuático por ejemplo y en alguna otra más. Pero nadie puede negar que ha sido el propio Chan quien ha realizado un gran número de escenas escalofriantes, arriesgando sobremanera su vida en más de una ocasión durante su extensa carrera cinematográfica.Aparte de escenas que requieren de habilidades especiales como conducir motos, esquiar en la nieve, patinar, etcétera el proceso normal en que se realizan las escenas de acción en Hong Kong muchas veces conllevan el uso de dobles mientras las peleas se diseñan y ensayan. Chan coordina desde fuera, prueba los ángulos de las cámaras, las reacciones de los otros especialistas, y luego realiza él mismo la acción, pero no siempre la mejor toma es la que él protagoniza. Otras veces se puede dar la necesidad de repetir alguna escena que no ha quedado bien inicialmente o que hace falta para completar una acción, y puede darse el caso que Chan no esté presente, o esté preparando otra escena en otra locación.
También existe la posibilidad de que ciertas escenas puedan ofrecer peligros o riesgos innecesarios, ya sea por antiguas o recientes lesiones o simplemente por asegurar la continuidad del rodaje, que no justifican ser realizadas por el mismo Chan. Y por último queda recordar las estrictas normas de seguridad en las producciones norteamericanas donde los grandes estudios prohíben directamente a Chan realizar ciertas acciones sin importar lo que él o su equipo de especialistas considere.
HOLLYWOOD, LA TERCERA FUE LA VENCIDA
El primer síntoma real de la apertura de Chan al mercado cinematográfico norteamericano fue el éxito rotundo de Rumble in the Bronx (1995) en los Estados Unidos en Febrero de 1996. Este hecho abrió los ojos de los distribuidores internacionales y tan sólo seis meses después, se estrenarían simultáneamente Supercop (1992) en Estados Unidos, Rumble in the Bronx (1995) en Europa, África y Oceanía, y First Strike (1996) en Asia. Convirtiendo a Chan en la estrella más taquillera del momento a nivel internacional. Con este respaldo, estudios de Hollywood finalmente le abrieron sus puertas a Chan, permitiéndole trabajar en Rush Hour (1999), junto a Chris Tucker y Shanghai Noon (2000), junto a Owen Wilson. Ambas películas con mucha comedia y pocas escenas de acción, triunfaron enormemente, resultando en sagas de varias entregas y colocando a Chan en lo más alto de las taquillas norteamericanas del cine de comedia y acción de todos los tiempos.Sin embargo, por encima y a pesar de sus triunfos en Hollywood, Chan seguía sin poder adquirir el control necesario a nivel de producción y sin la posibilidad de desligarse de los roles típicos para actores asiáticos que dicta ese mercado. Chan siguió intentándolo en películas como The Tuxedo (2002), The Medallion (2003) y Around the World in 80 Days (2003), pero realmente es casi imposible luchar contra las estrictas normativas que los estudios y los sindicatos de especialistas imponen. Así que bajo esta premisa Chan regresó a Hong Kong y, tras fundar su nueva productora JCE Movies Limited, realizó la explosiva New Police Story (2004). Esta película marcó el regreso a sus orígenes en lo que a escenas de acción se refiere. El equipo de especialistas de Jackie es empleado al máximo y los efectos especiales CGI son mínimos, en definitiva, el film refleja el tipo de acción desenfrenado que los seguidores de Chan estaban pidiendo a gritos durante la última década, aunque el público occidental se tendría que conformar con verla en DVD en la mayoría de los casos.
SU RELACIÓN CON LAS ARTES MARCIALES
A nadie pareciera importarle si Eastwood fuese o no un gran pistolero o Stallone un boxeador profesional en la vida real, pero en el cine marcial siempre ha existido esa inquietud por demostrar si los grandes actores son en efecto consumados artistas marciales. Sobre este respecto, debemos decir que las artes marciales han sido uno de los pilares fundamentales de la vida de Chan, pensar lo contrario sería un tanto ridículo. De muy joven, Chan hizo sus primeros pinitos en las artes marciales de manera informal junto a su propio padre Charles Chan, quien había sido guardaespaldas de un general del Partido Nacionalista Chino, aprendiendo movimientos del estilo norteño Xiao Hong Quan. Más tarde, Chan sería ingresado en una escuela de Ópera de Pekín donde estaría diez años perfeccionando el llamado “Bei Pai” (estilo norteño de acrobacias y técnicas marciales). La ópera de Pekín le proporcionaría una base increíble y un dominio total de su cuerpo. Una vez egresado de la escuela de ópera, Chan emprendería su carrera como especialista y coreógrafo marcial, aprovechando para practicar en menor y mayor medida infinidad de estilos sureños como el Pak Mei, Hung Gar, Wing Chun, Mantis y otros; pero también haciendo contacto con el Karate, el boxeo y el Hapkido, de éste último obteniendo su cinturón negro de manos del maestro Kim Jin Pal en Hong Kong, alumno del legendario Ji Han Jae. No obstante, no deja de ser interesante notar como Chan, teniendo amplios conocimientos en las artes marciales, siempre se ha mantenido alejado de representar un estilo determinado en sus películas. Desarrollando lo que él mismo denomina como un estilo “Chop Suey” (Lit.: pedazos mezclados), es decir, mezclando, o directamente inventando, de todo un poco. Incluso en demostraciones especiales para la televisión o cursos marciales que ha impartido en múltiples ocasiones, siempre ha realizado rutinas que engloban movimientos de múltiples estilos, y nunca un estilo en particularDICOTOMIA ORIENTE/OCCIDENTE QUE PARECE NO TERMINAR
Esta dualidad existente entre ambos mercados constituye una auténtica relación de amor/odio entre Chan y Hollywood, sólo hay que mirar las producciones que ha realizado los últimos años para darse cuenta: Chan ha producido The Myth (2005) y Rob-B-Hood (2006) para Asia, luego Rush Hour 3 (2007) y The Forbidden Kingdom (2008) para Estados Unidos. Más adelante, el drama Shinjuku Incident (2009), la comedia de acción Little Big Soldier (2010) y un rol corto en Looking for Jackie (2009) y en The Founding of a Republic (2009) para Asia, mientras que para Estados Unidos la comedia de acción The Spy Next Door (2010). No obstante, cabe destacar que su siguiente película, The Karate Kid (2010), parece haber logrado unificar los mercados mundiales siendo una producción netamente hollywoodense, pero dirigida por el noruego Harald Zwart y rodada en China, con un reparto en su mayoría chino. En efecto, el remake del éxito de la década de los 80 del mismo nombre, le ha dado la vuelta al mundo conquistando grandes números en las taquillas.Entre los proyectos de Chan para mediano y corto plazo podemos mencionar 1911 Revolution, un film histórico sobre la llamada Revolución de Xinhai, la rebelión que daría fin a más de dos mil años de sistema feudal en aquel país y llevara al establecimiento de la República de China, hoy asentada en la isla de Taiwán. Una vez completado este film, Chan comenzará a rodar la que pasará a ser su centésima película, titulada provisionalmente Chinese Zodiac, la tercera entrega de la saga Armour of God. Producida con el mercado asiático en mente, la película mostrará una peculiar vuelta al mundo del recordado personaje, el Cóndor Asiático, en busca de múltiples tesoros relacionados con la historia china. En esta oportunidad, Chan compartirá el rol de director con Stanley Tong, con quien ya ha trabajado anteriormente en Supercop (1992), Rumble in the Bronx (1995), First Strike (1996) y The Myth (2005), y el rodaje se llevará a cabo en varias localizaciones por todo el mundo.
¿ACTOR DE ACCION O ACTOR DE TODO TIPO DE ROLES?
Aunque lleva anunciando su retirada del cine de acción por más de diez años, a sus 55 años Chan sigue demostrando que aún le quedan golpes y patadas por dar con su cuerpo. No obstante, la edad no perdona y parece que su enfoque actual es el de demostrar su valía como actor, interpretando distintos papeles en todo tipo de películas y géneros, y no sólo en el cine marcial. No fueron pocos los críticos que se sorprendieron del arriesgado cambio de fórmula que Chan asumió en Shinjuku Incident (2009), película en la cual personaliza un inmigrante ilegal chino en Japón que se ve obligado a visitar el lado oscuro de la vida como único medio para sobrevivir allí. El argumento posee muchos matices, drama, temas profundos sobre la inmigración ilegal y la discriminación; pero quizás para algunos sea complicado aceptar a un Chan que casi no pelea, aún en escenas en las que probablemente debería hacerlo, un Chan que intenta sonreír poco, que sufre calamidades y responde lo mejor que puede a las circunstancias adversas. Pero el resultado es al menos interesante de tomar en cuenta, la película posee un mensaje importante y su efecto en el futuro de Chan como actor dependerá de las taquillas que alcance a nivel mundial.Y así llegamos al final de este artículo sobre la sorprendente carrera de esta superestrella internacional, cuyos logros y talentos siguen sin tener paralelo tras más de treinta años ininterrumpidos de éxitos. Aunque consideramos que Chan ya no tiene nada que demostrar, desde éstas líneas seguiremos muy de cerca todos sus avances y los mantendremos informados.
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